Muro fronterizo pone a la luz retraso desarrollo México
Adriana Barrera
Reuters
La decisión de Estados Unidos de construir un muro en su frontera sur para contener la inmigración ilegal desató una airada condena en México, pero también puso en evidencia la necesidad para el nuevo gobierno de Felipe Calderón de crear empleos y elevar el nivel de vida.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó la semana pasada una ley de seguridad fronteriza para iniciar la construcción de un muro a lo largo de 1,125 kilómetros, de un total de 3,200 kilómetros de frontera entre ambos países.
Las reacciones en México no se hicieron esperar. Calderón, el presidente electo, dijo que el muro elevará las muertes de inmigrantes en la frontera que cruzan cada año a Estados Unidos en busca de un trabajo que no consiguen su país de origen.
Y el gobierno del saliente presidente Vicente Fox y legisladores calificaron la decisión de "inamistosa," "xenófoba" y de "gesto hostil."
Pero, en lo que coincidieron los analistas y funcionarios, es que esta iniciativa puso a la luz la falta de empleo bien remunerado y las diferencias de desarrollo entre México y sus vecinos del norte Estados Unidos y Canadá, sus socios en el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).
"Es un llamado de atención muy importante para México en el sentido de que tiene que reforzar medidas unilaterales, atacar el problema internamente," dijo a Reuters Guadalupe González, investigadora del CIDE, un prestigioso centro de docencia.
"Mientras no haya una convergencia de salarios aunque en México se creen empleos, si la diferencia es de uno a seis o de uno a nueve va a haber un incentivo a la emigración," subrayó.
Calderón, que asumirá el 1 de diciembre, ha marcado como dos de sus ejes de gobierno la creación de empleos y el combate a la pobreza.
La tasa de desempleo subió en agosto a un 4.03 por ciento, su mayor nivel en un año y una cifra elevada si se toma en cuenta que México considera como un trabajador formal hasta a un vendedor callejero; mientras que la pobreza extrema afecta a más de la mitad de la población.
Las remesas que envían los mexicanos, en su mayor parte desde Estados Unidos, subieron un 19.7 por ciento entre enero y agosto frente al mismo lapso del año pasado a 15,510 millones de dólares y se han constituido como la mayor fuente de divisas extranjeras después de la venta de petróleo.
Fox hizo crecer a la economía en los últimos dos años después de un estancamiento de tres años, pero los especialistas dicen que no se expandió al ritmo necesario para generar los empleos que se necesitan.
MAYOR PELIGRO PARA INMIGRANTES
Calderón, del mismo partido de Fox, el derechista PAN, ha dicho que la inmigración ilegal no se frenará por "decreto" y ha hablado de la posibilidad de que Estados Unidos y Canadá inviertan en proyectos de desarrollo en México.
"Para México lo importante no es lograr que los norteamericanos 'no cierren del todo' su frontera, sino enfrentar las causas profundas de esa salida masiva de trabajadores," escribió el historiador Lorenzo Meyer, en el diario Reforma el viernes pasado.
Por la frontera entre México y Estados Unidos cruzan cada año cientos de miles de mexicanos. Muchos son capturados por la patrulla fronteriza, otros son abandonados por traficantes de personas en el desierto y mueren por deshidratación o frío.
El número de inmigrantes ilegales muertos en el lado estadounidense de la frontera se ha casi duplicado desde fines de la década de 1990 debido al aumento de la seguridad fronteriza, que ha forzado a los inmigrantes a tomar rutas más peligrosas, según la Oficina de Contabilidad General (GAO por sus siglas en inglés) del Congreso de Estados Unidos.
Analistas consideran que la edificación del muro continuaría con esta tendencia, además de elevar el número de detenciones, las fricciones entre las autoridades de ambos países, las violaciones a los derechos humanos y que los traficantes de personas, o "polleros," eleven sus tarifas.
"México necesita reconocerse como un país de emigrantes y proceder en consecuencia," dijeron los analistas Rafael Fernández de Castro, Jorge Santibañez y Rodolfo Tuirán en un documento divulgado la semana pasada.
Reuters
La decisión de Estados Unidos de construir un muro en su frontera sur para contener la inmigración ilegal desató una airada condena en México, pero también puso en evidencia la necesidad para el nuevo gobierno de Felipe Calderón de crear empleos y elevar el nivel de vida.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmó la semana pasada una ley de seguridad fronteriza para iniciar la construcción de un muro a lo largo de 1,125 kilómetros, de un total de 3,200 kilómetros de frontera entre ambos países.
Las reacciones en México no se hicieron esperar. Calderón, el presidente electo, dijo que el muro elevará las muertes de inmigrantes en la frontera que cruzan cada año a Estados Unidos en busca de un trabajo que no consiguen su país de origen.
Y el gobierno del saliente presidente Vicente Fox y legisladores calificaron la decisión de "inamistosa," "xenófoba" y de "gesto hostil."
Pero, en lo que coincidieron los analistas y funcionarios, es que esta iniciativa puso a la luz la falta de empleo bien remunerado y las diferencias de desarrollo entre México y sus vecinos del norte Estados Unidos y Canadá, sus socios en el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).
"Es un llamado de atención muy importante para México en el sentido de que tiene que reforzar medidas unilaterales, atacar el problema internamente," dijo a Reuters Guadalupe González, investigadora del CIDE, un prestigioso centro de docencia.
"Mientras no haya una convergencia de salarios aunque en México se creen empleos, si la diferencia es de uno a seis o de uno a nueve va a haber un incentivo a la emigración," subrayó.
Calderón, que asumirá el 1 de diciembre, ha marcado como dos de sus ejes de gobierno la creación de empleos y el combate a la pobreza.
La tasa de desempleo subió en agosto a un 4.03 por ciento, su mayor nivel en un año y una cifra elevada si se toma en cuenta que México considera como un trabajador formal hasta a un vendedor callejero; mientras que la pobreza extrema afecta a más de la mitad de la población.
Las remesas que envían los mexicanos, en su mayor parte desde Estados Unidos, subieron un 19.7 por ciento entre enero y agosto frente al mismo lapso del año pasado a 15,510 millones de dólares y se han constituido como la mayor fuente de divisas extranjeras después de la venta de petróleo.
Fox hizo crecer a la economía en los últimos dos años después de un estancamiento de tres años, pero los especialistas dicen que no se expandió al ritmo necesario para generar los empleos que se necesitan.
MAYOR PELIGRO PARA INMIGRANTES
Calderón, del mismo partido de Fox, el derechista PAN, ha dicho que la inmigración ilegal no se frenará por "decreto" y ha hablado de la posibilidad de que Estados Unidos y Canadá inviertan en proyectos de desarrollo en México.
"Para México lo importante no es lograr que los norteamericanos 'no cierren del todo' su frontera, sino enfrentar las causas profundas de esa salida masiva de trabajadores," escribió el historiador Lorenzo Meyer, en el diario Reforma el viernes pasado.
Por la frontera entre México y Estados Unidos cruzan cada año cientos de miles de mexicanos. Muchos son capturados por la patrulla fronteriza, otros son abandonados por traficantes de personas en el desierto y mueren por deshidratación o frío.
El número de inmigrantes ilegales muertos en el lado estadounidense de la frontera se ha casi duplicado desde fines de la década de 1990 debido al aumento de la seguridad fronteriza, que ha forzado a los inmigrantes a tomar rutas más peligrosas, según la Oficina de Contabilidad General (GAO por sus siglas en inglés) del Congreso de Estados Unidos.
Analistas consideran que la edificación del muro continuaría con esta tendencia, además de elevar el número de detenciones, las fricciones entre las autoridades de ambos países, las violaciones a los derechos humanos y que los traficantes de personas, o "polleros," eleven sus tarifas.
"México necesita reconocerse como un país de emigrantes y proceder en consecuencia," dijeron los analistas Rafael Fernández de Castro, Jorge Santibañez y Rodolfo Tuirán en un documento divulgado la semana pasada.
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